Friday, March 13, 2009

Nadie sabe, nadie supo...

Siempre me ha parecido que las tortas son el segundo platillo mas distinguido de gastronomia popular mexicana solo despues de los tacos.
Las Tortas del Monje Loco. Son perfectas porque son grandes y bien servidas sin llegar a las abigarradas proporciones del Capricho o el Cuadrilatero. Mis favoritas, en ese orden son: Queso de puerco c/queso panela, jamon c/pate de cerdo y la de carnitas.
Otra cadena que se puede recomendar es La Castellana, donde la de pulpo es la que manda, sin embargo por ser una cadena pierde la esencia de un changarrito que valga la pena visitar. A lo mejor le dedicamos un post aparte en otra ocasion.
Llegar a las tortas del Monje Loco siempre me ha parecido complicado por las vueltas que hay que dar. Se encuentra localizado en la colonia Sta. Ursula Coapa a pocas cuadras del Estadio Azteca (aunque del lado opuesto de Tlalpan) asi que resulta una muy recomendable opcion para quitar ese mal sabor de boca que deja ver al America, por no mencionar a la seleccion nacional.
No se que tan conocidas sean en el rumbo surenio del D.F. Seguramente son mas conocidas por los medicos de la zona de hospitales aledania.
Ahora que vivo del otro lado del charco, donde los acentos y las enies resultan complicados movimientos de prestidigitacion ASCII, no tengo acceso a todos estos antojitos arriba mencionados. Sera hasta alguna otra ocasion

Salud!

2 comments:

kitaro said...

hay unas tortas, ahi por el rumbo de revolución y barranca del muerto El capricho (Augusto Rodín No. 407, Mixcoac), inmensas. Otras que valen la pena son las del Biarritz, mis abuelos ahí se refinaban unas de bacalao o pulpo desde los 40's (entre insurgentes y quintana roo, saliendo del metro chilpancingo). Algo fresón pero ricas, las de pavo de los Guajolotes (insurgentes y eje 5). Y por el rumbo del centro, en motolinia en la casa del Pavo te recomiendo que pidas una de pierna y un caldo de pavo, y los chiles que te ponen en una salsera de metal utss.

kitaro said...

Esta nos del DF, pero son históricas, las de doña meche en los portales del centro de Puebla, en contra esquina con la catedral, pero para llenarse hay que aventarse unas dos de perdida.